¿Por qué el 80% de los emprendimientos no sobrevive más de 4 años y fracasa con un negocio poco rentable?
- Monika Lecaro
- 19 mar
- 3 Min. de lectura

¿Estás harto de trabajar para alguien más? ¿Sientes que tu talento y esfuerzo merecen una mejor recompensa? O quizás tienes una idea brillante que te emociona tanto que no puedes esperar para lanzarla.
Si te identificas con esto, no estás solo.
Así nacen la mayoría de los emprendimientos. Somos expertos en nuestro nicho: sabemos hacer pasteles increíbles, diseñar ropa hermosa, crear estrategias de redes sociales, programar aplicaciones… y pensamos: “Si soy tan bueno en esto, ¿por qué no lo hago por mi cuenta?”
El problema es que tener un talento o ser especialista en algo no es lo mismo que saber manejar un negocio. Y aquí es donde muchos emprendedores se estrellan contra la realidad.
Ser bueno en algo no garantiza que vendas bien ese algo
El entusiasmo inicial es increíble.
Nos lanzamos con todo:
✅ Invertimos en productos o insumos sin calcular bien la demanda.
✅ Mandamos a hacer empaques con nuestro logo (porque claro, hay que pedir por miles).
✅ Abrimos una cuenta en Instagram y empezamos a publicar (sin estrategia real).
Y luego, después de unos meses, llega la frustración:
❌ No hay suficientes ventas.
❌ Los costos son más altos de lo que imaginamos.
❌ No sabemos bien a quién venderle ni cómo hacerlo.
¿El resultado? El negocio empieza a parecer más un hobby costoso que una fuente de ingresos.
El error más común: NO tener mentalidad de negocio
Lo que diferencia a un negocio exitoso de uno que cierra en menos de 4 años no es solo la calidad del producto o servicio. Es entender y aplicar estos tres pilares:
1. Un modelo de negocio sólido
Antes de invertir en stock, branding o publicidad, pregúntate:
• ¿Quién realmente va a comprar esto?
• ¿Cuánto están dispuestos a pagar?
• ¿Cuáles serán mis costos reales (local, empleados, insumos, publicidad, logística)?
• ¿Cuántas ventas necesito hacer al mes para cubrir gastos y generar GANANCIA?
Si no tienes claridad en esto, ya tienes un problema antes de empezar.
2. Estrategia de ventas y marketing
Abrir una cuenta de Instagram y esperar que la gente compre no es una estrategia de ventas. Tampoco lo es competir solo con el precio más bajo (error fatal).
Tienes que responder:
• ¿Cómo voy a atraer clientes? (Publicidad, alianzas, contenido, boca a boca…)
• ¿Cómo les voy a vender? (Venta directa, e-commerce, suscripción…)
• ¿Cómo fidelizo a los que ya compraron? (Ofertas, comunidad, upselling…)
3. Mentalidad de empresario (y no solo de especialista)
Ser dueño de negocio significa que tienes que aprender de negocios, no solo de tu especialidad. Y esto implica:
• Leer sobre ventas, finanzas y marketing.
• Adaptarte al mercado y hacer ajustes constantes.
• No enamorarte de la idea si no es rentable (o si hay que modificarla).
Evita que tu negocio sea una marca bonita… que desaparece
Te cuento un caso real: una emprendedora se inspiró en un producto extranjero, invirtió en packaging hermoso, compró ingredientes de primera… pero nunca hizo un cálculo real de ventas ni costos. Su socia hizo el análisis de escenarios:
En el peor caso, perdían dinero.
En el mejor caso, ganaban apenas $300 en todo el año.
¡Un año entero de esfuerzo para ganar prácticamente nada!
Eso pasa cuando nos emocionamos sin pensar en los números.
La solución: un plan de negocio simple antes de lanzarte
Si ya tienes una idea o emprendimiento, hazte este favor:
1️⃣ Define tu modelo de negocio. No basta con vender, hay que vender con margen.
2️⃣ Aprende de negocios. Así como te especializaste en lo tuyo, ahora te toca aprender sobre rentabilidad, marketing y ventas.
3️⃣ Si quieres ayuda, pídela. Una consulta de asesoría puede ahorrarte miles de dólares y meses de frustración.
Si quieres saber si tu idea es viable antes de invertir tiempo y dinero, agenda una sesión de consultoría y juntas definimos todo lo que necesitas para lograr tu meta financiera.
No se trata de desanimarte, sino de prepararte para que tu emprendimiento no sea parte del 80% que desaparece.
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